El Guadiana y el Cigüela se encuentran en una zona llana y amplia que permite el desbordamiento de los cauces de los dos ríos en una gigantesca área de lagunas, islas y canales. La mancha verde contrasta, la mayor parte del año, con la modestia de los paisajes manchegos. Los cereales maduros, los viñedos y los campos agostados de finales de primavera y principios de verano enmarcan una franja de verdes oscuros y grandes espejos de agua en el que florece la vida. Las Tablas de Daimiel son uno de esos paraísos naturales que abundan en las tierras ibéricas. Parque Nacional desde 1973, esta importante reserva natural de más de 3.000 hectáreas de zonas inundadas e islas que crean un ecosistema único. Un lugar lleno de vida que es especialmente bonito en Primavera e inicios del verano, cuando los aportes de agua restablecen a medias el equilibrio perdido por las canalizaciones y las extracciones indiscriminadas de agua. Aún así, las Tablas siguen siendo uno de los más espectaculares parques nacionales de España . Un lugar que hay que visitar al menos una vez en la vida y si es con niños aún mejor.
Las Tablas se forman cuando se combinan el aporte de varias fuentes de agua con lugares con escasas pendientes. En el caso que nos ocupa, estamos ante uno de los mayores humedales del país y una verdadera concentración de biodiversidad acuática y terrestre que incluye hasta 250 especies de aves (hay que añadir las migratorias que usan el lugar como base de paso o residencia estacional en invierno), peces, anfibios y tortugas, nutrias, zorros, jabalíes, reptiles como la culebra de agua… El listado de fauna de Daimiel es enorme .
El Centro de Interpretación (Carretera a las tablas, sn; Tel: (+34) 926 693 118; Horario: LD 9.00 – 21.00) del parque se encuentra justo a la entrada aunque hay otro pequeño museo en el pueblo de Daimiel (ver mapa). Desde ahí parten varios caminos (de entre 800 metros y 2,5 kilómetros) que recorren las diferentes islas y puntos de observación de fauna. El sendero de la Isla del Pan permite adentrarse en el complejo ecosistema de lagunas e islas del parque. Durante el recorrido hay numerosos balcones que nos acercan al agua. Desde ahí puede verse gran parte de los residentes permanentes y especies visitantes que utilizan el humedal como lugar de invernada o aprovisionamiento en sus rutas migratorias. La Torre de Prado Ancho es otro de los lugares de observación preferente con buenas vistas sobre el conjunto del espacio.
La humedad y la salinidad de las aguas condicionan también a la flora; abundante y feraz por estos lados. La masiega, una especie herbácea vinculada a los humedales, domina aunque deja espacio a otros vecinos como tarayales (los únicos árboles del parque) o las ovas, plantas subacuáticas que tapizan los fondos y sirven de refugio y alimento a peces y aves.
Las Tablas de Daimiel son un humedal prácticamente único en Europa -enclavado en la provincia de Ciudad Real, entre los términos municipales de Daimiel y Villarrubia de los Ojos- y último representante del ecosistema denominado tablas fluviales, antaño característico de la llanura central de nuestra Península. Es un ecosistema complejo que mezcla las características de una llanura de inundación, producida por los desbordamientos de los ríos Guadiana y Gigüela en su confluencia, con la de un área de descarga de aguas subterráneas procedentes de un acuífero de gran tamaño.
Estos desbordamientos, favorecidos por la escasez de pendiente en el terreno, llevan emparejados el desarrollo de una potente y característica cubierta vegetal que constituye un excepcional hábitat para toda la fauna ligada al medio acuático.
Con la declaración del Parque Nacional se dio un gran paso en la conservación de uno de los ecosistemas más valiosos de la Mancha, asegurando así, la supervivencia de la avifauna que utiliza estas zonas como área de invernada, mancada y nidificación, creando una Zona Integral de aves acuáticas.